Me encanta este momento "manitas" |
Ya han pasado varios días
y qué decir de lo que ha supuesto para la Celi correr un maratón
con buenas sensaciones de principio a pin, acabando más rápido y
quedándome con ganas de más… vamos en plan chulito, me lo dicen
antes y me parto las costillas flotantes riéndome. Eso no fue lo que
sentí en Barcelona en 2011. Allí empecé a sufrir en el km 25 y se
me hizo duro hasta el final. Cierto es que he llegado a Berlín con
más experiencia y mucho más entrenada pero no apostaba por una
marca tan rebuena. Mis entrenamientos han sido así:
4 días de running,
que incluyen:
- 2 rodajes entre 10-12
kms (entre 5.15´ y 4.45´ de media. Siempre en progresivo, de menos
a más)
- 1 día de calidad
(series de 1000 metros a ritmo muy alto. Han llegado a salir por
debajo de 4 min/km y acabando muy despeinada)
- 1 rodaje largo (hasta
un máximo de 2h15min, lo que viene a ser una sudá en toda regla)
3 días de trabajo
específico: fuerza, propiocepción…
Y sin olvidar el trabajo
de coco, miles de veces me he imaginado cruzando la meta feliz como
una perdiz, sobre todo en los rodajes largos.
Me ha encantado este plan
que propone la organización del maratón de Sevilla. Me parece un
plan coherente y muy alejado de lo que para mí son disparatados
volúmenes que maneja mucha gente de mi entorno (es una opinión
personal, lo que a mí me parece mucho a otro puede parecerlo poco,
pero aviso que soy de las que se comen una pizza familiar entera, y
eso es mucho ehhhh).
A mí me han salido
semanas máximas de 65 kms y he conseguido una marca de 3h37min con
sensaciones de lujo. Encaja con la tabla.
Reflexión de la Celi: creo que no tengo especiales condiciones, es más, siempre me he considerado lenta, pero me esfuerzo mucho y los que me conocen creo que podrán decirlo, soy metódica, y si alguien que sabe me dice que debo correr solo 4 días, o hacer este trabajo de calidad y no otro, o no pasar de ciertos kms… pues le hago caso. Hace apenas 4 años luchaba por bajar de la hora en un diez mil, y me costó lo mío bajar de las 2h15 en medias maratones… El nombre de mi blog no es solo un nombre apropiado por mis comienzos como runner novatilla, sino un guiño a mi apellido, Tardío, buenas bromas me han hecho siempre a cuento de él, jeje, sobre todo cuando llego tarde. Mi gran evolución comenzó hace dos años con el trabajo de series combinado con trabajo de fuerza en el club. Cuido los descansos, la alimentación y combino con otras actividades (senderismo, natación y mtb principalmente). Esa es mi receta y me apetecía compartirla con vosotr@s. Dudé contaros la del puchero de mi madre, pero tendría que mataros después.
Pero el gran secreto es
otro, y sí, os lo voy a contar. La sonrisa. Elsa Punset lo cuenta en su libro "Una mochila para el universo".
Mi carrera: siguiendo
buenos consejos, el objetivo era moverme entre 1h50 y 1h52 la primera
media que es un ritmo cómodo para mí. De esa manera, tenía margen
para la segunda media y así poder asegurar un sub 3h50 como soñaba.
Tuve que controlarme porque el recorrido es muy cómodo, aunque había
tanta gente… En todo caso, primer objetivo conseguido pese a la
paradita para ir al baño. Al empezar la segunda media las
sensaciones eran excelentes, el cuerpo pedía más. Y por eso, algún
km se me fue por debajo de los 5´km pero al darme cuenta me frenaba
de nuevo, no quería arriesgarme demasiado. Al llegar al km 35 nuevo
chequeo, las sensaciones siguen siendo perfectas, no tengo sensación
de llevar tantos kms en las piernas, voy cómoda, disfrutando del
ambiente y paso a 3h01. Echo cuentas y me asombro pensando que si
sigo así seré sub 3h40. Tenía dos opciones, jugármela o mantener
lo logrado, y opté por lo segundo porque me daba miedo romperme a
pocos kms de meta. Estaba siendo una carrera perfecta y quería que
siguiera siéndolo. Los kms avanzaban y con el público y las buenas
sensaciones que seguía teniendo fue fácil mantener el ritmo. Solo
al final me dejé llevar, de hecho los últimos kms están entre los
más rápidos de toda la carrera. Al girar y ver la puerta de
Brandeburgo me eché las manos a la cara, no me lo creía. Ese
momento es sobrecogedor, empecé a chocar manos y disfruté cada
metro, como había hecho desde hacía 3h y 37 minutos antes. Llegué
muy entera, con ganas de más, me cuesta explicarlo. Cierto es que
hice muy buen entrenamiento y que respeté escrupulosamente mi plan
de hidratación y alimentación que tenía marcada, de hecho llevé
mi propio cinturón, pero el resultado desborda todas mis
expectativas.
Así me siento, jeje |
A todo esto le tenéis
que sumar que un ratito después me reuní con Sagri, una nueva
maratoniana, en el punto de reunión. Nos fundimos en un abrazo y
lloramos, reímos y decidimos seguir disfrutando este 29 de
septiembre que fue mágico. Ahora solo puedo desear que el maratón
de Ámsterdam sea igual de mágico para todos los amigos que
participan el próximo domingo 20. Y lo mismo deseo a Carles, José
Luis… que participan en los 100 kms Villa de Madrid y a los que
acompañaré como pomponera.
Gracias por los ánimos y
el cariño tanto antes, como durante y después del maratón. Me dejo
de sensiblerías que como empiece voy a empezar que si os quiero, que
qué salaos, ay que lloro... y no es plan ¡Felices kms!